miércoles, 1 de octubre de 2014

Triciclo de palo

Otro super-invento a parte de la penicilina es el triciclo de palo, como lo llamo yo, dudo que venga con ese nombre en los catálogos de juguetes.
Supongo que os hacéis una idea de a qué me refiero. Es un triciclo para bebés de más o menos 10 meses (dependiendo del modelo) con sus tres ruedas, pedales, manillar y un palo con un asidero que sale por detrás del asiento. Algunos tienen sombrilla, otros apoyo para pies para cuando no pedalean y suelen llevar un pequeño cubículo para llevar algún juguete, y suelen tener una bolsa o mochilita colgada del palo para meter alguna cosa más.
Pues es una gozada. Un amigo que hizo limpieza de juguetes de sus hijos de más de 4 años me lo dio cuando estaba embarazada... y lo tuve guardado en el altillo del armario para cuando llegara el momento.
Y el momento llegó, si hubiera sabido el éxito que iba a tener hago una reinauguración del vehículo con botella de cava y todo para cascarla en el manillar...
Subimos al Peque y puso cara extraña mientras le atábamos el cinturón de seguridad... pero acto seguido sus manos se fueron intuitivamente al manillar.... y cuando le dimos un paseo por la calle reía y balbuceaba excitado, dando saltitos en el sillín.
Hay que mencionar que el Peque no es amigo del carro de bebés y sólo lo ha tolerado un poco desde los 6 meses que es cuando pudimos ponerlo en la posición de sentado.
Pero este triciclo le encanta.
Triciclo de palo
Yo creo q se siente muy libre y va marujeando con descaro todo lo que hay a su alrededor, girando la cabeza hacia atrás si lo requiere...que como conducen mamá o papá con el palo, no ha de vigilar si se choca.
Ahora ha cumplido un año y le sigue gustando, y es cómodo para mi también.
La pega frente al carro es q no lo puedes cargar de trastos, o en cuanto sacas al mozo del triciclo aquello vuelca. Así que llevamos nuestra pala, rastrillo, cubito, mini-pelota, mi mochila manduca, mini-cambiador y el stick para los golpes jejeje!
Además lo hemos costumizado con una bocina del todo a cien. Aunque nos ha tocado pegarla con cinta de carrocero... ya que el enganche era para bicis normales, que tienen manillar más fino.
En cuanto al parasol, no lo echo en falta porque con la crema solar y una gorra con visera o gorro de ala ancha se soluciona la cuestión.
Lo que si que me hubiera venido bien es un soporte para apoyar los pies, mientras no saben pedalear... porque el Peque ha descubierto que puede tocar el suelo con la punta de los pies y los zapatos se los va a destrozar.
En fin, todo son alegrías con este trasto.

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