miércoles, 23 de abril de 2014

Grupos de apoyo a la lactancia

Cuando eres madre primeriza todo es nuevo, y dar el pecho no es una excepción. Se supone que es algo instintivo, que te pones a tu bebé en la teta y listo. Pero a veces surgen contratiempos, y para eso van muy bien los grupos de apoyo a la lactancia.
¿Y qué tipo de contratiempos?Pues a veces en la primera semana salen dolorosas grietas en el pezón, que aparecen muchas veces por tener una mala posición. Yo creo que parte del problema viene de que es fácil ver a muchas madres dando el biberón en la calle, pero no tanto dando el pecho, así que parece que cuando llega nuestro momento, no tenemos referencias, no hemos tenido posibilidad de ver como más madres dan el pecho para aprender nosotras.
Otras veces surgen dudas porque ves que tu bebé llora al comer, o se pelea con el pecho, o se duerme comiendo y dudas de si se alimenta bien, o deja de hacer tomas de repente etcétera
Pues todas estas dudas y más relacionadas con la lactancia materna y la crianza de los niños se resuelven en estos grupos de apoyo a la lactancia. Estos son agrupaciones de madres que se ayudan, ya que han pasado por la experiencia de ser mamás y a parte muchas se han formado como asesoras de lactancia. En la web de la Asociación Española de Pediatría hay un enlace a un buscador, en el que puedes encontrar un grupo de lactancia en tu provincia. Hay centros de la seguridad social en los que prestan el asesoramiento matronas, y otros grupos los forman madres con experiencia y formación. No sé si fuera de España habrá grupos como estos, pero sería cuestión de averiguarlo.
En mi caso me fue muy bien asistir al centro médico de mi ciudad a las reuniones que se hacían para resolver dudas de lactancia.
Me resolvieron dudas sobre crisis de lactancia, grietas en el pezón,

Luego descubrí en Tarragona un grupo que se llama Do de pit (que significa Do de pecho, en catalán), y me he enganchado y no dejo de ir casi ningún viernes, porque siempre aprendo algo, y me lo paso bien conociendo a otras madres y además asisto con el Peque para dar testimonio de que si surgen problemas o dudas durante la lactancia se pueden superar.
A mi me consoló en su día ver que a otras madres le pasaban las mismas cosas que a mi, o ver a madres con bebés más mayores que habían superado esas fases.

viernes, 18 de abril de 2014

Pudor? El parto lo cura todo!

Siempre he sido muy vergonzosa con mi desnudez, y las cosas más tontas me daban pudor.
Por ejemplo, bien cuando iba al gimnasio o a la piscina, la visita finalizaba con ducha compartida y cambiarme en el vestuario. Pues a pesar de hacer esto durante años me sentía incómoda mostrando mi cuerpo, y eso que allí nos juntábamos mujeres y chicas de todas las edades y con cuerpos bien distintos, gordas o flacas, operadas, depiladas o con "gato acostao", morenas o pálidas o naranjas (je je je), con más o menos pecho etc
Pues el parto y mi reciente maternidad me quitaron todas las tonterías.
Allí estaba yo, en el hospital con Papá, y el Peque empujando como un loco para salir. Llegué con 4 cm de dilatación y ya notaba algunas contracciones dolorosas... así que me pusieron oxitocina para acelerar un poco la cosa y me dejaron "jugar" con una pelota de pilates para relajarme y ayudar a que el Peque hiciese su trabajo.
En esos momentos llevaba la típica bata de hospital que está abierta por detrás. El caso es que hubo un momento en que ya estaba casi dilatada de 8 cm, y ya no podía aguantar más del dolor, y le cogí la mano a Papá y le dije: "De momento con un bebé ya va bien". La matrona me dijo que me iba a buscar otra bata para taparme el culo y que paseara por el pasillo y me colgara de las puertas para aminorar el dolor ( es que como yo no quería anestesia epidural me las tenía que apañar con estas cosas y con las respiraciones).
Bueno, pues mientras la matrona buscaba la otra bata, yo me recorría el pasillo del hospital luciendo culo, espalda y pantorrilla, y de vez en cuando me dejaba colgar en plan mono de las manillas de las puertas que me iba encontrando y lucía más mi cuerpo serrano. Yo solo quería que pasara el dolor y sacar a mi niño rápido, jejeje. A tomar por saco si se me veía algo.
Luego, el momento de "despatarración" cuando empecé con los pujos, con la ginecóloga delante, la matrona, una anestesista por si acaso, dos auxiliares o celadoras y un pediatra que apareció al final, ya fue el remedio final para curarme mis vergüenzas.
De hecho, antes de nacer el Peque pensaba que le daría el pecho en casa evitando hacerlo en la calle. Y lo cierto es que me he destetado por toda la ciudad, y en el tren, en el médico, en las cafeterías y restaurantes...
Por otro lado, en casa tenemos unos estores blancos muy monos pero que no dan nada de intimidad (cosas de vivir en un piso de alquiler). Pues yo siempre iba bien tapada para que los vecinos no viesen ni pizca... Pero desde que nació el Peque, sobretodo los dos primeros meses, los vecinos aburridos, se debían conocer mi anatomía entera, porque me paseaba o corría desnuda o semi desnuda por toda la casa.
Sin embargo, muy eróticas no eran las escenas, ya que la líbido se baja al ver a una madre con los pantalones y braguitas medio colgando, porque el bebé se puso a llorar hambriento justo cuando mamá hacía pipí. O ver una mujer corriendo desnuda a la caza del bebé que se despertó mientras mamá intentaba ducharse. En fin, pon un hijo en tu vida y el pudor pasará a ser un recuerdo lejano.

jueves, 17 de abril de 2014

Bebé dinosaurio rosa o verde?

Quizás recordéis la serie cómica de los 90' llamada Dinosaurios (de Disney), esa en la que salían muñecos enormes de dinosaurio que eran creación de Jim Henson. Pues en uno de sus capítulos Fran y Earl sospechan que les dieron cambiazo con el huevo y que su bebé rosa, Peque (Baby, en la versión original),  es de otra familia. En su búsqueda comprueban que su verdadero hijo de color verde, como ellos, vive con otra familia y se lo hacen saber a ésta. Todos quedan conformes en intercambiar los bebés así que Peque, un alocado bebé dinosaurio rosa se marcha con su familia real, y no os voy a desvelar el final...
El tema es que a Papá y a mi nos encanta asignar personajes cuando vemos series. Esto consiste en decir que tal personaje es tal amigo, o familiar, o nosotros mismos, y nos echamos unas risas extra con los parecidos.
Pues al ver al Peque, el bebé dinosaurio rosa de la serie que mencioné, vimos un gran parecido con nuestro bebé, de ahí que le haya quedado el mote de Peque. Y lo mejor es que no solo lo vimos nosotros, un compañero de mi trabajo me dijo, que nuestro bebé le recordaba mucho al dinosaurio Peque por sus grandes y expresivos ojos claros, y sus tremendos muslos.
Es más, hemos elaborado una teoría de que igual que en la serie, hay bebés que son dinosaurios rosa, y bebés que son dinosaurios verdes. Cuando paseamos por la calle vamos diciéndonos "mira un dinosaurio rosa", "ah, pues ese otro es un claro ejemplo de dinosaurio verde". Sí, estamos un poco chalados.
¿Y en qué consiste la diferencia? Un bebé dinosaurio rosa es aquel que: no duerme en el carro y suele abalanzarse sobre la barandilla del cochecito para observarlo todo, suelen ir parloteando y silabeando incansablemente, suelen dar gritos fuertes para probar su voz, les encanta estar en brazos, cuando ríen son muy efusivos, les gusta que les balanceen y que los eleven muy alto, sienten mucho apego por mamá, prefieren ir en mochila o fular, son fuertes como robles y no suelen enfermar, son algo brutos, y les encanta comer.
Los dinosaurios verdes se duermen en el carrito de bebés, son tranquilos, más bien calladitos y sonríen con delicadeza, suelen enfermar con más facilidad, prefieren que les cojan con cuidado y jugar a cosas sosegadas, y no comen con gula.
Lo cierto es que los "dinosaurios verdes" son bebés muy tranquilos y más  fáciles de cuidar. Pero yo estoy muy orgullosa de mi pequeño "dinosaurio rosa" que es incansable, pero muy efusivo mostrando su amor y alegría, aunque hay días que me da ganas de darle a su botón de pausa... Lástima no haberlo encontrado aún, jejeje!

viernes, 11 de abril de 2014

Gorro chilimangao!

Esta mañana ha tenido un fatal desenlace durante nuestro paseo matutino... Nos han chilimangao el gorrooooo!
Bueno a decir verdad, el Peque se lo quitó y lo dejó caer en la plaza del Forum de Tarragona. Sé que fue allí porque hacía solete y se lo encasqueté en la cabezota en ese momento. Pero justo en una de las calles que salen de dicha plaza me di cuenta de que no lo llevaba puesto.
Ahí estaba yo, rauda y veloz, vamos que ni Flash me hubiese alcanzado, realizando un enérgico sprint de 10 metros, con mi característico y estiloso trote cochinero y...
Nada, ni rastro. No había gorro que valga, miré a la gente que paseaba, a los que tomaban algo en las terracitas (repasé todas las mesas buscando al ladronzuelo/a), miré bajo la furgoneta y en los 4 comercios de alrededor.
Nadie apareció con el gorro mientras yo revisaba la zona. Me dio mucha rabia, porque era un gorro viejete del H&M de segunda mano, pues era del hijo de una amiga mía, vamos que era un desgastado gorrete sin valor económico alguno, y que desapareció en menos de un minuto.
Yo cuando veo un zapatito o pañuelo o alguna prenda o juguete perdido por el suelo, lo dejo ahí por si vuelven, o si hay una papelera de esas cerradas o una repisa de ventana lo pongo encima para que se vea bien.
Pero vamos, se ve que la crisis achucha y si alguien ha visto el gorro se lo ha agenciado.
Me da lástima porque le sentaba muy bien al Peque y le cubría bien el sol, siendo a la vez cómodo, pues cayeron varias siestas con ese gorro. Sí soy una sentimental... jejeje

jueves, 10 de abril de 2014

Gatear o caminar

El otro día fui a la pediatra con el Peque y en la sala de espera había una visitadora médica. Me pregunto cuanto tiempo tenía el nene y le dije que 7 meses. Ella dijo que también era madre y que su hijo tenia 7 meses y medio.
Luego me preguntó si ya caminaba el Peque, y le dije que le gustaba mucho que le sujetaran de pie, pensando que se refería a eso. Me dice: "¿Pero no da pasitos solo? ¿No camina? El mío sí". Me quedé loca, qué precoz! Y le dije, que el Peque aun no caminaba porque primero tenia que aprender a gatear,y de momento sólo se intentaba arrastrar con poco éxito. Aquella, toda orgullosa me dijo: "Es que el mío no gateó, sino que ando directamente".
Apaga y vámonos, ahí ya me lo dijo todo. Me dieron ganas de responderle: "No te preocupes mujer, que si le motivas aún puede aprender a gatear".
No entiendo cómo puede ser la gente tan competitiva a través de sus hijos, que no se trata de una carrera para ver quien alcanza antes los hitos del desarrollo, sino de disfrutar de como van aprendiendo cosas a su ritmo jugando y experimentando.
Lo que ya es el colmo, es que las ansias de algunos padres por ver como caminan sus hijos les haga olvidar que gatear es muy importante para su madurez física e intelectual. Por eso es bueno que si el bebé aprende antes a caminar se le de la oportunidad de gatear.
Una simple búsqueda en internet y se puede comprobar los numerosos beneficios que gatear aporta:
* Mejora su  orientación y equilibrio.
* Desarrolla el patrón cruzado (moviendo pierna izquierda y mano derecha y viceversa) y fortalece la espalda para cuando esté preparado para ponerse de pie.
* El contacto con el suelo hace que conozca mejor donde están las partes de su cuerpo.
* Le ayuda a medir el mundo, con la braza.
* Le ayuda a desarrollar lateralización del cerebro, que determinará si es diestro o zurdo.
* La coordinación ojo-mano le ayudará para la lectura y escritura.
* El contacto de sus palmas de la mano con el suelo, le ayuda a percatarse de que su pulgar es oponible al resto de dedos.
* Es bueno para mejorar el enfoque con los ojos.
Yo lo tengo clarísimo, aunque al Peque le guste estar todo recto apoyado en sus pies (con ayuda), se va a pasar más rato jugando tumbado boca abajo que de pie, para tener la oportunidad de gatear.
De momento se frustra y arrastra el cabezón contra el colchón o la alfombra de foam en el suelo, mientras pone el culo en pompa y mueve las piernas enérgicamente pero sin ningún resultado.
Así que como a veces se enfada,mamá tiene que estar ahí animando, dándole bracitos y cambiándole de juego y posición cuando se ofusca... Aunque muchas veces croquetea él, indignado, para estar panza arriba.

lunes, 7 de abril de 2014

Caca de diseño

Hoy estoy en plan escatológica, pero es que me reí tanto que tenía que compartirlo. Eso sí los que sean más sensibles que dejen de leer el post... quien avisa no es traidor!
Ya sabéis que el Peque empezó con sus papillas y con sus trocitos de fruta y verduras. Pues el tema de las cacas ha dado un giro de 180 grados, hemos pasado de 5 días o por ahí sin hacer cacotas, a que nos ilustre con una buena ensaimada cada dos días.
Cuando tomaba solo leche materna eran medio líquidas y de un delicioso tono mostaza. Eran explosivas eso sí, cuando soltaba una no sé cómo pero le llegaban al cuello, era un ascazo quitarle el body, con toooodo ese pringue.
Hubo una vez que, durante un cambio de pañal, soltó una bomba caquil teledirigida hacia el pasillo, y fue digno de ovación.
Pero el otro día fue más gracioso, todo gracias a la nueva textura más densa de sus presentes.
De nuevo le estaba cambiando el pañal y apretó los morretes poniéndose rojito... pero no le salía la morcillica, jejeje Así que me dije, pues le ayudo... le flexione las piernas sobre su pancita y... oh-la-lá, mon dieu! Recordáis la cafetería de playdogh, que apretabas la palanca y salía la pasta con forma de patatas fritas, pues igualico igualico. Pues eso, conforme le flexionaba las piernecitas, aquello iba saliendo como si estuviese entripando longanizas en una picadora de carne.... y se convirtió en una preciosa ensaimada mallorquina o en un mojoncito volador de esos de la serie del Dr Slump.

domingo, 6 de abril de 2014

Nunca imaginé que...

Desde que nació el Peque, aunque sigo siendo la misma, hago cosas que no son propias de mi, y que nunca imaginé que haría. Todo ha sido consecuencia por un lado, de mi transformación de chica independiente a madre leona/loba, defensora de su cachorro de un modo visceral, y por otro lado por mis nuevos quehaceres cotidianos.
* Nunca imaginé que cantaría por las calles en voz alta. Yo solo subía al karaoke si lo hacía en pandilla, y bien lejos del micro, ya que mis des afines eran míticos... bueno y lo siguen siendo.
* Nunca imaginé que me pararía a hablar con extraños. Yo iba en mi mundo con mi música por la calle, y ahora no hago más que marujear con la gente que le hace carantoñas al Peque.
* Nunca imaginé que iría despeinada a todas partes. Mi pelo rizado es casi indomable, y lo he llevado siempre bien untado de gomina y con los rizos perfectamente definidos. Ahora con cada sesión de juegos del Peque salgo con un peinado entre punk y basurilla con mechones crespados.
* Nunca imaginé que me cogería una excedencia por cuidado de hijo. Yo pensaba que tras los 4 meses de baja estaría harta de estar en casa y querría volver a mi oficina. Nada más lejos.
* Nunca imaginé que daría el pecho delante de otras personas. Con esto de la lactancia materna y lo hambriento que es mi niño ya le di de comer por casi todos los banquitos de Tarragona, en tren, en mi oficina (cuando voy de visita), etc
* Nunca imaginé que haría pipí y popó con un bebé en brazos. Sí, y eso después de aguantar casi una hora para evitar que se despierte el Peque de una siesta en brazos ... con lo que le cuesta dormirlas.
* Nunca imaginé que podría comer de todo, incluidos dulces y comidas caseras contundentes y más grasas, sin engordar. Entre dar el pecho y el trajín que llevo con el Peque, ya no miro las calorías ni me reservo los extras gastronómicos para el fin de semana, que gustico poder comer tanto y que no me salga culaco.
* Nunca imaginé que haría colecho con mi bebé. Finalmente hay días que es la mejor opción para poder dormir unas horas.
* Nunca imaginé que llevaría una mochila para portear al Peque. Me gusta pasar desapercibida y veía más ajustada a mi perfil la opción de llevar cochecito de bebé, para ser una más. Ahora mi mochila es un complemento que me ha acompañado en todos mis paseos.

miércoles, 2 de abril de 2014

Foros de embarazadas

Como sabéis soy madre primeriza, y obviamente también fui embarazada novata. Lo cierto es que tuve un embarazo muy bueno, de hecho trabaje hasta las tres semanas antes de salir de cuentas, y porque no podía dormir por el barrigoncio y la calor que hace en el mediterráneo en agosto.
Pues algo que me vino muy bien para resolver dudas sobre el embarazo fue consultar un foro de embarazadas que salían de cuentas el mismo mes que yo, en septiembre del 2013.
Ya sé que no es la Asociación Nacional de Pediatría, pero sirve para compartir la experiencia, trucos para los típicos contratiempos de las embarazadas, consejos sobre qué comprar, chivatazos de ofertas, servía para recibir consuelo si te encontrabas mal o te surgía algún miedo etc 
Yo localicé este grupo en babycenter.es, y todos los dias entraba a consultar y a contestar a mis compañeras. Siempre guardaré un buen recuerdo, porque nos ayudamos mucho. En especial recordaré a carmenmae, beckys, evandra, desita, gamma, cloe, tommyknoker, iolanthee, latiaavi, inari, legna, charruquina... entre otras.

Tiburón de tetilla

Está el queso de tetilla, bien rico que es, y ahora he descubierto un nuevo animal... por un día el Peque se convirtió en un tiburón de tetilla.
Vale, los tiburones tienen una buena hilera de dientes, y el Peque sólo tiene una puntica de diente, pero Spielberg podría rodar un buena secuela con mi niño por su fiereza.
El pobre está con su primer diente, y más o menos lo llevaba bien, salvo por una semana en la que no podía dormir y gruñía como un carnero, como ya os conté.
Pues ayer parece ser que le molestaba mucho, tanto que no quería comer, y es un glotoncete. Así que cuando no podía más de hambre  probó a tomar tetita, y tras tres chupadas, me apretó el pecho con sus encías y cerrando sus ojos con fuerza comenzó a mover su cabeza de un lado a otro. Casi me da algo, sobretodo porque no me lo esperaba. Le dije muy seria que no se mordía. Y probé en un ratito a ver si lo cogía con más calma.
Esa vez ya tenía en mi cabeza la musiquilla de Tiburón, tan-tan, tan-tan, tan-tan, tan-tan, tiroriiiiiií! Y volvió a morder.
Por suerte, solo me mordió una vez más durante ese día, y hoy ha vuelto a la normalidad. Pero creo que no voy a poder evitar tener esa musiquilla en mi mente por un par de días más. Tan-tan, tan-tan...

Chupetes rosas

Sí, el Peque es un varón, y ya nos hemos acostumbrado a verle con chupetes rosas.
Yo ya me he rendido a la providencia y no hay cálculo de probabilidades que me ayude.
Todo empezó cuando nos regalaron un chupete rosa en una canastilla de muestras gratuitas para el bebé. Tengo que decir que a  mi me dejó de gustar el color rosa desde que superé mi fase de querer ser princesa allá por los siete años. Pero ese chupete rosa me molaba porque era fluorescente en la oscuridad y por la noche se localizaba fácilmente en la cuna o en el suelo.
Pero un día salimos a pasear con el chupete nocturno y se nos perdió, así que teníamos que reemplazarlo.
El tema es que sólo tenían chupetes rosas de la talla 0 a 6 meses en la farmacia del barrio de mis padres. Así que pidieron varios al proveedor, pues no podían elegir el color, y pidiendo varios se suponía que llegaría alguno que no fuese rosa.
Pues al día siguiente nos dijo la farmacéutica que los chupetes que había recibido eran packs de rosas y lilas. Por lo que seguimos con la gama de rosados.
La Ley de Murphy me acechaba  y finalmente cayó  sobre mí. El Peque cumplió sus 6 meses y tocaba comprar chupetes de su talla. Me recorrí un montón de farmacias  y solo veía chupetes rosas de la talla de 6 meses. Así que hice lo mismo encargué unos para ver si llegaban verdes o azules... y bueno ya podéis imaginar el final... jejeje
Pero bueno, como a él le da igual el color... son tontadas de su mamá.