domingo, 6 de abril de 2014

Nunca imaginé que...

Desde que nació el Peque, aunque sigo siendo la misma, hago cosas que no son propias de mi, y que nunca imaginé que haría. Todo ha sido consecuencia por un lado, de mi transformación de chica independiente a madre leona/loba, defensora de su cachorro de un modo visceral, y por otro lado por mis nuevos quehaceres cotidianos.
* Nunca imaginé que cantaría por las calles en voz alta. Yo solo subía al karaoke si lo hacía en pandilla, y bien lejos del micro, ya que mis des afines eran míticos... bueno y lo siguen siendo.
* Nunca imaginé que me pararía a hablar con extraños. Yo iba en mi mundo con mi música por la calle, y ahora no hago más que marujear con la gente que le hace carantoñas al Peque.
* Nunca imaginé que iría despeinada a todas partes. Mi pelo rizado es casi indomable, y lo he llevado siempre bien untado de gomina y con los rizos perfectamente definidos. Ahora con cada sesión de juegos del Peque salgo con un peinado entre punk y basurilla con mechones crespados.
* Nunca imaginé que me cogería una excedencia por cuidado de hijo. Yo pensaba que tras los 4 meses de baja estaría harta de estar en casa y querría volver a mi oficina. Nada más lejos.
* Nunca imaginé que daría el pecho delante de otras personas. Con esto de la lactancia materna y lo hambriento que es mi niño ya le di de comer por casi todos los banquitos de Tarragona, en tren, en mi oficina (cuando voy de visita), etc
* Nunca imaginé que haría pipí y popó con un bebé en brazos. Sí, y eso después de aguantar casi una hora para evitar que se despierte el Peque de una siesta en brazos ... con lo que le cuesta dormirlas.
* Nunca imaginé que podría comer de todo, incluidos dulces y comidas caseras contundentes y más grasas, sin engordar. Entre dar el pecho y el trajín que llevo con el Peque, ya no miro las calorías ni me reservo los extras gastronómicos para el fin de semana, que gustico poder comer tanto y que no me salga culaco.
* Nunca imaginé que haría colecho con mi bebé. Finalmente hay días que es la mejor opción para poder dormir unas horas.
* Nunca imaginé que llevaría una mochila para portear al Peque. Me gusta pasar desapercibida y veía más ajustada a mi perfil la opción de llevar cochecito de bebé, para ser una más. Ahora mi mochila es un complemento que me ha acompañado en todos mis paseos.

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