miércoles, 28 de mayo de 2014

Juegos y risas baraticos.

Esta claro que queremos lo mejor para nuestros bebés, y en las jugueterías hay miles de opciones, pero hay veces que las cosas más tontas se convierten en juegos baraticos y en carcajada asegurada.
Me gustaría compartir algunas cosas que vuelven loco al Peque, y quizá les encante a vuestros bebés. Muchas las habréis probado, o no
... así que ahí van las propuestas:
*Donde está la luz? A esto jugamos desde que tenía 3 meses o menos, y le sigue gustando. Nos ponemos en la habitación a oscuras o con la luz de una lamparita de mesa y enciendo una linterna y voy dirigiendo la luz hacia el techo y las paredes de la habitación. Yo le canturreaba "donde, donde está la luz”, pero sin banda sonora causa el mismo efecto de sorpresa. De pequeño lo tumbaba en la cama, ahora a veces lo siento y otras lo dejo tumbado.
*El baile del pañuelo. No os asustéis no es un homenaje a Leonardo Dantés. Se coge un pañuelo largo y se mueve encima del bebé que lo intentará coger. Cuando ya se siente solo, puedes extenderlo delante de él a modo de capote, moviéndolo como si fuese un torito tu bebé, mi Peque se lanza de cabeza... parece que yo esté usando una red y que él sea un atún que quiere ser pescado.
*Comerse a mamá. Después de una sesión de "mordiscos" haciéndole cosquillas a tu bebé tumbado, haz un cambio de rol y pon tu cabeza, en especial tu pelo para que te ataque. Si ya se sienta solo, túmbate en el suelo o en la cama delante de él y deja que se abalance sobre ti, quizá hasta diga aaaaaah! Eso sí, según el entusiasmo de tu bebé puede que salgas más o menos dolorida.
*Cucú o Maaamma! Es un clásico de toda la vida, y no falla. Puedes pasar horas que no se cansará. Nosotros tenemos nuestra versión que consiste en decirle adiós, esconderme en otra habitación y salir de repente gritando con voz de orco: Maaamma! Y le da susto y se vuelve loco de la risa. He probado con los cucús y cucútras de toda la vida, y no se ríe tanto... Además es muy útil si está algo enfadado de aburrimiento, una sesioncita es mano de santo. Lo malo es hacerle los "maaammas" fuera de casa, con la gente viéndome berrear así, pero lo que haga falta por oír sus carcajadas.
Cuando aún no se movía croqueteando, lo dejaba tumbado bocabajo en el cambiador, le hacía los cucús apareciendo por debajo de la mesa.
Una toalla o cojín que te tape la cara también sirve... aunque vea el resto de tu cuerpo... magia... es como si no estuvieses allí.
*La pelota de chicha-i-nabo. Bueno así le llamamos en mi tierra a las pelotas (o lo que sea) que se caracterice por cutre, barato, y de mala calidad. Con 8 meses le compre una pelota de plástico de 1€, pero grande.... y se vuelve loco con ella. Y si la haces girar sobre sí misma, al mezclarse los dibujos, para ellos es incluso una experiencia psicodélica, y sin tomar LSD. Aaay si lo hubiesen sabido mis adorados Beatles, seguro que hubiesen compuesto un hit llamado: ”Chichainabisquing ball rolling in the floor seeming diamonds".
*Calcetines bailarines. No hay nada como ponerse unos calcetines vistosos, o las alpargatas de andar por casa, y hacer un ”zapateao" delante de tu bebé. Ver tus pies o pantuflas moverse de un lado a otro puede ser muy excitante.
*Sombras chinescas. Sienta a tu bebé en tu regazo y buscad alguna zona de espaldas a una ventana donde te ilumine el Sol para que puedas hacer sombras con vuestras siluetas y tus manos. No se trata de hacer un perfecto perrito, o el típico conejito... si tu bebé no llega al año, le bastará con mover tu mano de un lado a otro y abrir el puño y cerrarlo, moviendo los dedos. Puedes mover un sonajero sin que tu bebé lo vea para que piense que la sombra hace ruido. O puedes hacer una super-performance y tararear Juego de Tronos, que le da un toque épico al juego, o en su lugar haced como hago yo, canturrearle la sintonía de Juego de tronos pero en la versión maullada por gatos que sale en youtube. No es tan épico, pero a mi me sale con más sentimiento.
*Los columpios de silla balancín. En los parques a veces hay columpios de balancearse adaptados para bebés de 1 año, que tienen una sillita que les recoge la espalda y el torso. Al Peque le encanta mirar como se balancean otros niños, pero al ver que ponía que era para niños de un año no me atrevía a usarlo. Por suerte una amiga que tiene una bebé de la misma edad que el Peque, me dijo que los usaba (con 8 meses), así que nos lanzamos a la aventura. Ahora todas las tardes que podemos vamos un ratito a uno de esos columpios, que en Tarragona hay bastantes. Lo malo es que estamos esta semana en Valencia visitando a los abuelos, y no he visto ninguno de esos columpios adaptados... y no será por falta de parques... Al menos en el Grao y por el cauce del río no he visto... seguiremos rastreando...

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